Aragón - Provincia de Huesca
Ermita de la Virgen del Rosario de Osia
(Jaca, La Jacetania)
42º 29,638'N ; 0º 38,888'O
Inicialmente era el templo parroquial de la zona.
Algunas fuentes afirman que estaba dedicado a Santa Lucía, pues las pinturas
murales que decoraban su ábside narran la vida de esta santa.
Otras fuentes nos hablan de la iglesia de San Juan Bautista.
No
hemos conseguido averiguar que hay de verdad en estas advocaciones, pues la
documentación consultada no es lo suficientemente clara al respecto.
Lo
que si parece estar confirmado es que el momento en que se construye el nuevo
templo parroquial en el centro del pueblo, en el siglo XVIII, se cambia la
advocación para dedicar la iglesia a la Virgen del Rosario.
Actualmente hace las funciones de capilla del cementerio.
La
iglesia tiene una sola nave, de planta rectangular y rematada al este por un
ábside semicircular, cubierto con una bóveda de cuarto de esfera.
La
nave, en cambio, tiene cubierta de madera a dos aguas.
Algunas fuentes afirman que la nave fue rehecha en algún momento y fue
entonces cuando se hizo esta cubierta.
Esta hipótesis, hasta ahora, no ha sido ni confirmada ni desmentida.
En
la parte central del ábside se abre una ventana de una derrame.
En
la parte interior del ábside, bajo la ventana y a la derecha, encontramos un
sillar esculpido con dos grandes palmetas.
También vemos un sillar esculpido en la parte exterior del ábside, en el lado
sur.
En
este caso veían margaritas de ocho pétalos, excepto la central que cuenta con
siete.
Probablemente proviene de una construcción anterior, seguramente visigoda.
Un
friso ajedrezado recorre el tambor absidal en el punto de unión con la
bóveda.
Al
llegar al presbiterio se transforma en una moldura decorada con bezantes,
cabezas de clavo y algunas figuras y caras.
En
los extremos de esta imposta vemos unas pequeñas cabezas humanas esculpidas.
En
el muro sur, medio oculto por la decoración pictórica del templo, hay otro
pequeño cabeza esculpida.
En
el ajedrezado del ábside aún se conservan fragmentos de la policromía con que
estaba decorado.
El
resto de pinturas del ábside fueron arrancadas y actualmente se pueden
contemplar en el Museo Diocesano de Jaca.
Fueron realizadas a principios del siglo XIII, en una clara transición hacia
el gótico.
Desgraciadamente fueron tapadas por pinturas nuevas en el siglo XVIII, lo que
ha provocado la gran pérdida de la policromía original.
Datan del siglo XIII.
Su
estilo es gótico, si bien la estructura y algunos de sus motivos son aún
románicos.
En
la parte central de la bóveda se representa la Coronación de la Virgen en la
mandorla mística.
La
rodean los símbolos del Tetramorfos y dos sirenas pájaro.
Aunque dentro de la bóveda del ábside, pero en un registro inferior, vemos a
diez apóstoles sentados, flanqueados por San Pedro y San Pablo, que están de
pie en cada uno de los extremos.
Ya
en el tambor absidal, al nivel de la ventana y en los muros del presbiterio,
se representan algunas escenas de la vida y del martirio de Santa Lucía,
patrona del templo en aquella época.
En
el extremo izquierdo del presbiterio vemos a la santa derecha dentro de un
arco.
A
su lado vemos a la propia santa con su madre Eutiques orando ante la tumba de
santa Águeda.
En
el registro inferior, vemos a Santa Lucía repartiendo todos sus bienes entre
los pobres.
Ya
en el ábside, se representó la escena del juicio de la santa, acusada por su
propio novio ante el cónsul Pascasi.
Flanqueando la ventana del ábside vemos dos escenas del martirio de la santa
en presencia del cónsul, cuando era conducida a un prostíbulo.
Está maniatada y primero la intentan conducir dos hombres, pero como su cuerpo
"pesaba" mucho, lo intentaron con parejas de bueyes.
Al
no poder llevarla hasta el prostíbulo donde debía cumplir la condena, dos
soldados le clavan espadas a la santa, produciéndole la muerte.
Santa Lucía es enterrada, mientras unos ángeles llevan su alma hacia el Cielo.
En
el registro inferior, un clérigo se lava las manos, ante una ciudad rodeada de
murallas.
Completa este nivel la imagen de santa Águeda, situada en el extremo derecho
del presbiterio.
Por debajo de este nivel vemos una decoración geométrica a base de sillares
rectangulares, bajo los cuales hay cortinajes.
Rompe esta decoración una escena pintada en el extremo sur del ábside, donde
se ve un cura celebrando un rito religioso ante un altar y en compañía de un
ayudante.
En
el arco presbiteral se representó el Juicio Final, con la segunda venida de
Cristo representada en la parte central.
Le
acompañan profetas y escenas donde podemos ver los aquellos que disfrutarán
del Cielo eterno y aquellos que bajarán al Infierno.
Desgraciadamente las dos escenas más externas del lado norte están tan
deterioradas que resulta muy difícil poderlas interpretar.
En
el lado sur, se conserva un pequeño fragmento de las pinturas del siglo XVIII.
En
la nave del templo aún se conservan pinturas de tipo geométrico que decoran
los muros laterales.
Junto al muro norte se conserva una pila de agua bendita, decorada con motivos
geométricos y vegetales, que se apoya en una columna renacentista,
profundamente esculpida.
A
los pies de la nave, sólo visible desde el interior, hay una antigua puerta de
arco de medio punto y pequeñas dimensiones, ahora cegada.
Ante él hay una pila bautismal.
Siguiendo casi todo el muro norte hay un banco de piedra, sobre los que se
conservan algunos capiteles y bases románicos.
Su
ubicación original se desconoce.
Su
estructura y la presencia de ménsulas en los muros oeste y sur, por encima del
nivel de la puerta, nos hacen pensar en la existencia de un porche al estilo
de las iglesias castellanas.
Desgraciadamente es un templo difícil contemplar debido al gran muro de piedra
que la rodea.
Sorprende que en un pequeño pueblo de poco más de una decena de habitantes el
cementerio y por lo tanto el espacio que rodea la capilla esté cerrado con un
candado.
Es
absurdo.
Es
un pueblo muy alejado de las vías de comunicación y de los núcleos importantes
de la comarca, por lo tanto los visitantes que se acercan buscan disfrutar de
la paz, del paisaje y de la arquitectura de este paraje y el muro y la puerta
de hierro les impide ver con detalle este templo.
Ni
siquiera podemos ver el sillar decorado con flores entero ... Si alguien se
acerca con
malas intenciones, un simple candado y una pared de piedra seca no la
detendrán, pero si hace que la gente honesta marche decepcionada de este
templo.
Una verdadera lástima.
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